El documental realizado el
2008 por
Davis Guggenheim es sin duda un buen ejercicio, casi obligado luego de la importancia que tomo la
guitarra eléctrica en el desarrollo de la música desde la segunda mitad del siglo XX, es cosa de ver el éxito que tuvo
Google con su
doodle en homenaje a
Les Paul la semana pasada, o bien el éxito de juegos de consola como
Guitar Hero o
Rock Band, el rock no ha muerto ni mucho menos lo que una guitarra pueda transmitir.
Lo tiene claro Jack White, uno de los protagonistas de este rockumental, a quien primero vemos ‘maestreando’ con desechos, por breves minutos hasta que logra obtener un sonido desde el armatoste que fabrico, para lanzar casi una declaración de principios “Quien dijo que tenias que comprar una guitarra?”. Una declaración que se remonta a lo mas primitivo de la búsqueda musical y de la curiosidad humana, desde donde nacen las expresiones artísticas originales, una especie de minimalismo histórico al cual White nos tiene acostumbrados.
Su presencia no extraña, considerando la idea del director de reunir a 3 grandes guitarristas, con una distancia de más menos 15 años respecto a su influencia musical, para mostrar la grandeza del instrumento y las posibilidades que se le pueden dar. El segundo invitado es un lujo, nada mas y nada menos que Jimmy Page, el genio de Led Zeppelin, quien en los ‘70 se encargo de re-leer clásicos del blues en clave rockera, con una impronta inconfundible que los llevo a ser la banda más grande del planeta por esos años. Su relación con White es inmediata, quien a partir de su trabajo en The White Stripes, The Racounters y The Dead Weather va definiendo nuevos sonidos a partir de una solida base en el pasado, como lo muestra el documental.
Donde aparece el conflicto, y da la razón al titulo del articulo, es en el tercer invitado: The Edge, de U2. Uno puede tener muchas cosas en contra de la música de U2, de su vocalista-amigo del poder Bono, pero de todas formas espera que el hombre demuestre razones de su presencia en el registro visual de Guggenheim. Pero no, finalmente se autodefine como un músico aislado del tiempo, sin influencias y solo apelando a su dudoso talento de usar variados efectos para lograr rebuscados y rimbombantes sonidos, muy lejos de la ‘honestidad’ de recursos de Page y White, quienes van más en busca de un sentimiento profundo que de un efectismo vacío.
Un músico que solo muestra un poco de humanidad y relación con el resto al apreciar anonadado interpretar el potente clásico de Zeppelin “Whole Lotta Love” en manos de Page, a quien tanto el como White lo miran como 2 colegialas frente al galán de moda. Sin duda uno de los grandes momentos del documental.
Embobados escuchando al maestro..
¿Quien debería haber ocupado su lugar, de los guitarristas de los ‘80? Solo se me ocurren nombres mas cercanos al metal, como
Hammett,
K.K. Downing o
Hanneman por nombrar a algunos, lo que sin duda no estaba en los planes del director quien supongo quiso llevar su material al máximo publico posible, lo que vendría a ser el único aporte del calvo guitarrista ingles.
De todas formas, el documental es imperdible, con imágenes e historias del lugar donde se grabo el Led Zeppelin IV, y las técnicas usadas en clásicos como “When the Levee Brakes” o cual es la fuente de inspiración del sonido innovador de The White Stripes.
Anexos:
- Escena borrada 1: donde Jimmy Page toca el theremin, y nuevamente emboba a White y The Edge.
- Escena borrada 2: los tres hablan de las cuerdas que usan
- Escena borrada 3: el trio tocando ‘Seven Nation Army’
- El documental completo, en DVD-Rip o DVD full, para bajar por torrent o Taringa.
Lo que pasa es que The Edge es un mardito roboc sin alma!