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El espíritu de nuestro tiempo


Robert A. Heinlein, en su novela Forastero En Tierra Extraña (1961), escribió que “el arte siempre refleja el espíritu de su época”. Una frase que, desde que leí dicho libro, me hizo eco, y la adapté y adopté como muletilla cada vez que hago referencia a la que considero la más hermosa manifestación del arte. Es casi como una verdad absoluta, y que me hace mucho sentido en los finales de año, cuando por costumbre, deporte, melomanía u ocio, nos sentamos al lado de nuestro computador y/o equipo de música para elaborar nuestra lista de los discos regalones del año, esos que nos acompañaron y se transformaron en favoritos. Un ejercicio que también hacemos en esta tribuna.

Como portavoz de todas y todos aquellos que conformamos este sueño, este espacio llamado +Rock, decimos que la música pinta el espíritu de su tiempo, y como tal, es capaz de dar color y textura al resto de cosas que nos rodean en nuestro diario vivir. Es así como al igual que el año anterior, echaremos una mirada a los discos y canciones que pintaron el espíritu del 2012, desde las experiencias personales que matizaron este año emocionante y atribulado de los que le damos vida a este pasquín digital (escritores y lectores). Citando parte de ese viejo texto: 
No vamos a decir que lo que las siguientes líneas reflejan es lo mejor del 2012 – seguramente sería más cómodo, más polémico y más atractivo hacerlo – pero no creemos en la polaridad de la música. Creemos en cosas que nos gustan y en cosas que no. Creemos en lo que oímos y cómo eso nos hace sentir a la hora de ponerlo en un reproductor personal de música o compartirlo en una red social. Creemos en el espíritu de los músicos y de las personas que no pueden vivir sin la música.
Este año continuaron los regresos bombásticos, las giras de los grandes y los mega festivales que reúnen lo más granado del rocanrol. Sí, fue un año emocionante, donde pudimos vivir la experiencia The Wall y ver el regreso del britpop de la mano de Blur (aunque sea por streaming), Pulp y Suede; nos alegramos con la noticia de la vuelta de dos grupos que le cambiaron el sentido a la guitarra eléctrica en los ’90: At The Drive-In y My Bloody Valentine, y alucinamos con el homenaje a la invasión musical británica en los JJ.OO. de Londres, dando paso a la celebración de los 50 años de la banda más longeva inmortal de todas: The Rolling Stones, y también el medio siglo del debut de nuestro viejo querido Bob Dylan. Quedamos atónitos con una nueva canción que fusionaba la voz y guitarra de Paul McCartney y la potencia insolente (casi olvidada para quienes nunca los vimos en vivo) de los sobrevivientes de Nirvana. Y mientras el mundo bailaba al ritmo del ‘Gangnam Style’, y algunos se esmeraban en clonar el fenómeno de las 42 frases de “cualquier cosa”, había otros que, a punta de trabajo y visión de futuro, teñían los sonidos del año del cambio astrológico con ideas, cuidado, trabajo y emociones honestas. 

En este noble oficio de la crítica rock, que en esencia es como lo define Simon Reynolds: “no es más que hacer de la música algo más que música”, ofrecemos en esta edición de fin de año nuestro anuario, dedicado a todas y todos aquellos que nos dejaron el veinte/doce y que pintaron con su música el espíritu de su tiempo; que nos regalaron (y seguirán haciéndolo) sus mágicas melodías que acompañaron momentos eternos en los recuerdos de cada uno. Donde quiera que estén, esta publicación es para ustedes: Etta James, Michael Davis, Davy Jones, Jim Marshall, Don Cornelius, Adam “MCA” Yauch, Donna Summer, Robin Gibb, L.A. “El Flaco” Spinetta, Nelson Schwenke, Eduardo Guzmán, Juan Alberto Badía, Leonardo Favio, Chavela Vargas, Emilio Villanueva, Larry Reinhardt, Dave Brubeck, Ravi Shankar, Bob Welsh, Tony Sly, Graham Simpson… 

César Tudela B. 
Editor +Rock

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¿De que habla el rock en el 2012?


De música y letras está hecho el rock. Queremos comenzar un ejercicio. Queremos, a partir de este articulo, comenzar a descubrir el espíritu que mueve al rock en estos días; comprobar si existe un común denominador en las letras de aquellos discos que encabezan los rankings. Revisar de qué nos hablan aquellas melodías que acompañan nuestros días. Para esto, nos ayudamos tanto de nuestra lista elaborada por la comunidad +ROCK, como de aquellos que se realizan en paginas internacionales y chilenas cada fin de año.

No es un ejercicio que busque forzar una relación social o política. Sabemos que los estandartes de aquellas letras (como Rage Against The Machine, System Of A Down, Nine Inch Nails, etc.) están en un receso indefinido y pocos son los que aún mantienen las banderas en alto. El rock de hoy nos habla y nos muestra historias variadas, y son aquellas las que queremos descubrir, interpretar y conocer.


Puedes escuchar las canciones mientras las revisamos hacia abajo, poniendo play en el reproductor, y si quieres revisar el detalle de las letras, debes hacer click en las imágenes para agrandarlas.

Partamos por una de las revelaciones de este decenio, Tame Impala y su rock sicodelico en las letras que forman parte de su disco Lonerism, en 'Elephant' (Kevin Parker/Jay Watson) nos cuentan la historia de un ser arrogante y altanero (un gran empresario o banquero), observado desde una lejanía propia de quien mira a un espécimen en un zoológico, alguien tan extraño y lejano al observador que es representado metafóricamente como un paquidermo.

"Apuesto que se siente como un elefante / Agitando su gran tronco gris sólo por el placer de hacerlo / Tu sabes que es un sueño que pienses que el puede amarte / Lástima que tus posibilidades son escasas"


Otra de las revelaciones son los norteamericanos Baroness, que en 'Little Things' (John Dyer Baizley) nos hablan también acerca de la mentira que puede llevar al termino de una relación, ya sea ésta de amistad o de pareja, y como en un tris aquel amor se transforma en el más profundo de los odios y resentimientos. Una banda que vio truncado su éxito discográfico con el grave accidente que protagonizaron durante su gira europea allá por agosto:
"Tu gritas antes de cantar / Y haces tanto ruido / Tu mentiste acerca de todo / tu, sigilosa pequeña cosa"


Unos 'viejos' conocidos son los ingleses Muse, y el primer single de su disco 2012 The 2nd Law, "Madness" (Matthew Bellamy), cuentan una historia de desamor, de fallidos intentos por dejar todo atrás y una tardía comprensión sobre las necesidades de la pareja, lo que lleva a una petición de regreso en una relación en que ambos saben está marcada por la locura, y fue aquello lo que cegó y no permitió entender que todo lo que necesitaba el otro era amor, como decían los Beatles.

"Y ahora por fin he visto el final / Y no espero que te importe / Pero por fin he visto la luz / Finalmente he dado cuenta / Tengo que amar / Tengo que amar"


El primer single del nuevo disco de Deftones fue 'Leathers' (Chino Moreno). Un reto, una motivación a ser honestos, a mostrarnos tal como somos, a sacar todo de adentro, no tener miedo, aguantar el chaparrón y enfrentar nuestros miedos. Enfrentar y derrotar a nuestro enemigo interior para que el mundo nos vea en plenitud, liberarnos, dejar todo a la vista, como una piel, como el cuero de un animal.

"Bota tu carcaza, muestra tus líneas y formas / Vistete con tus entrañas / Por fuera / Muestra a tu enemigo / Tal como eres / desde el interior"



'Sixteen Saltines' (Jack White) fue la carta de presentación del primer disco solista del prolífico Jack White, que nos cuenta una historia de obsesión adolescente en que el título de la canción hace referencia a unas galletas saladas, que al ser consumidas en exceso todo lo que producen es dejarnos secos, con sed y sin nuestra hambre saciada, como puede ser pensar todo el día en alguien inalcanzable de la que conocemos muchos detalles de su vida sin llegar a conectarnos con ella realmente.
"Ella tiene pegatinas en su casillero / Y el número del chico está ahí en destacador / Tengo hambre y el hambre no se va / Yo como dieciséis galletas saladas  y entonces me chupo los dedos"

Slash y sus conspiradores, en 'You're A Lie' (Saul Hudson/Miles Kennedy) nos hablan de desamor, de desengaño y mentira, una canción de alguien herido y humillado por tanto tiempo hasta que dice "no más, te puedes ir", una despedida con rabia y sin vuelta atrás en una de las grandes canciones del año que nos dejó, que sin embargo, al no referirse directamente a una persona (el o ella) deja abierta la interpretación a que sea dirigida a alguna droga y el 'you' se refiera a las voces interiores que no dejaban abandonarla por más que lo tratase.

"Tu me desangraste / me derribaste / Tu tiempo se ha ido / Te puedes ir / Porque eres una mentira  / toda mi fe se ha perdido / Porque eres una mentira / No necesito que me salves nunca más"


Por último, dejamos a Soundgarden y su regreso, donde toman la pluma para en 'Been Away Too Long' (Chris Cornell/Ben Shepherd) darnos un título casi de redención, de confesión personal y grupal con la banda, diciéndonos que estuvieron lejos por demasiado tiempo y este regreso les hace bien. La letra va jugando con esta doble intención de contar una historia, a la vez de darle un sentido a su regreso como banda. Un relato caprichoso, de destino, arrepentimiento por alejarse y al mismo tiempo de confesión de nunca realmente haber querido estar donde estaban.

"No se sabe dónde está el borde del cuchillo / Y nadie sabe donde esta la vida inteligente / Nadie me conoce / Nadie me salva / Nadie me ama o me odia / Pero es el destino / Yo sólo quería un descanso / He estado lejos por mucho tiempo"

Son historias de corte personal, de relaciones humanas y del motor de todo ser humano como es el amor, aún cuando no hay canciones de amor y abundan las de desamor y mentira, que en su conjunto van formando el panorama de las líricas que acompañan a los acordes de los mejores discos de 2012. Una muestra de como ven el mundo aquellos compositores, donde a veces podemos sentirnos interpretados o bien compartir la visión que nos entregan y así convertirse en nuestras favoritas y ser más que unos buenos acordes.

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Blues, White & Black: el 2012 del blues rock


En los recuentos de fin de año, cada quien cuenta su propia historia. Así las cosas, en esta columna de recuento podríamos hablar de indie rock, de la nueva psicodelia o del año del retorno de Soundgarden. Pero no. En esta columna hablaremos del año del blues rock.

Al igual que el rock de garage, el blues rock no es un estilo pasajero, como cuando nos quisieron hacer creer que existió hace 10 años un “garaje rock REVIVAL”. Esto no es un blues rock revival, es simplemente un año en donde, gracias a figuras que vienen tomando vuelo hace años como Jack White y The Black Keys, el blues rock tomó protagonismo (no un protagonismo único) de las revistas de rock y los ranking del género. Pero siempre ha estado ahí para nosotros, en distintos formatos y variantes. Nunca ha desparecido como para ser revivido.

Blues
Rival Sons en escena

2012 ha sido un gran año para el blues rock. No sólo por esa experiencia sublime que fue la publicación de Celebration Day, el concierto realizado por Led Zeppelin en 2007 y que es sencillamente alucinante. Este año el género ha tenido una prolífica producción en manos de bandas nuevas y otros viejos estandartes que reaparecen. Así, este año tuvimos el increíble regreso de Rival Sons con su Head Down, un disco con el que los de Los Angeles al fin terminan de mostrar credenciales, pidiendo a gritos (literalmente) la atención necesaria de la prensa. No estamos hablando de la reinvención de la rueda, sino tan solo de una de las bandas que ha encarnado mejor la herencia zeppeliana, con riffs imposibles de olvidar y una performance vocal a pura tripa y corazón, sin dejar en ningún momento de lado los matices necesarios para que el disco no aburra en ni un sólo minuto.

Run From Revelation by Rival Sons on Grooveshark

En la vereda del blues psicodélico se encuentra Chris Robinson Brotherhood, que este año retornó con dos discos hermanos, que perfectamente pudieron haber sido uno solo doble: Big Moon Ritual y luego, 3 meses después, The Magic Door. Acá, “la hermandad” del líder de los retornados The Black Crowes muestra un estilo que oscila entre un blues rock más sureño en clave Creedence ('Someday Past The Sunset' es una cátedra) y una herencia importante del Pink Floyd de la época de Meddle. Probablemente, la razón por la que estos dos discos, y particularmente The Magic Door no aparece consistentemente entre los grandes del año, es debido al exceso de reversiones de temas grabados anteriormente, ya sea por los mismos The Black Crowes ('Appaloosa', 'Little Lizzie Mae'), o covers como el track que abre el disco ('Let’s Go, Let’s Go, Let’s Go'). Si obviamos esto, se convierten en discos altamente recomendables. Ambos.

Someday Past the Sunset by Chris Robinson Brotherhood on Grooveshark

La nueva sensación de Texas, Gary Clark Jr., venía pavimentando desde hace un rato el camino para que todo el mundo estuviera muy atento al lanzamiento de Blak And Blu, su debut en una multinacional , gracias al lanzamiento de dos EPs con adelantos de gran factura. Lo logró, y hoy en día es común leer en la prensa especializada las comparaciones con Jimi Hendrix y Stevie Ray Vaughan, precisamente por estas altas expectativas y por el origen texano del músico y actor (aunque siempre estas apresuradas comparaciones lo único que hacen es perjudicar cualquier carrera emergente). En lo estrictamente musical, Blak And Blu es un buen disco, cuya principal característica son sus variados colores, con matices de soul, pop, rap, pero sobre todo una buena dosis de guitarras en grandes canciones como 'When My Train Pulls In' y 'Bright Lights'.



White
Jack White en el documental It Might Get Loud

Jack White es, sin duda, el personaje fundamental de la última década en lo que a blues rock se refiere. Ya en un par de años, Elephant (2003) se posicionó en todos los ranking de discos primordiales, de la década y de la historia, y más aún, el multiinstrumentista se posicionó fácilmente dentro de los ranking de los mejores guitarristas del rock; por su revolución en el sonido del blues rock, por sus guitarras increíblemente filosas, por riffs históricos como el de 'Seven Nation Army'. Todos los adjetivos grandilocuentes no están demás.

Este año, al fin se atrevió a lanzar un disco solista, que no es ni White Stripes, ni Raconteurs, ni Dead Weather. Es todo eso junto. Blunderbuss es un recorrido por todos los sonidos de Jack White que marcaron escuela en los últimos 10 años. Es más orientado al pop que The Dead Weather, y con menos guitarras y más piano que The White Stripes (salvo ese sacudón llamado 'Sixteen Saltines'). Tal vez, The Raconteurs es el antecedente más claro de este disco, por su mayor orientación pop, menos garage y más arreglos en las composiciones (aunque claro, filtrando todo el importante aporte de sus compañeros de banda y miembros de los subvalorados The Greenhornes). Tal vez, Blunderbuss ha pasado más desapercibido de lo que corresponde. Jack White ya nos ha mal acostumbrado a escuchar buen rock.


Pero el año que recién se fue, White no ha aparecido sólo por sus propias creaciones, sino también por la herencia que está dejando The White Stripes y que encarnaron los ingleses Band Of Skulls con su segunda placa Sweet Sour. Para ser justos, este disco es mucho “menos White Stripes” que su excelente debut Baby Darling Doll Face Honey de 2009. De entrada, queda la sensación de que en esta pasada es Emma Richardson, la voz femenina, quien toma las riendas de ese puesto y Russell Mardsen queda más abocado a las seis cuerdas, lo que desde ya le quita un poco el tono “White” a la vocalización. 'Bruises' y 'Wanderluster' son buenas muestras del sonido propio que ha construido Band Of Skulls en poco tiempo. Acá hay otra carrera ascendente.


Wanderluster by Band Of Skulls on Grooveshark

Black
Ilustración de The Black Keys, según el artista Mr. Brainwash.

The Black Keys, la banda que acapara todas las portadas y las participaciones estelares de los festivales de rock alrededor del mundo en el último tiempo, marcaron presencia en 2012 no por producciones propias (a pesar que su última placa El Camino vio la luz a finales del 2011 y lanzaron sendos singles en 2012), sino, como infalible indicador de estar “creando escuela”, por poner su sello en discos de otros, ya sea en la producción, o apoyando con colaboraciones.

Shakedown, el debut de los gringo- mexicanos Hacienda (¿habrá un nombre más latinoamericano para una banda?) es una buena muestra de esto. No es casualidad que su sonido recuerde en varios pasajes al rock- soul de Brothers, el disco con que The Black Keys terminó de encantar al mundo, ya que estos oriundos de San Antonio (Texas, otra vez Texas), han sido apadrinados de Dan Auerbach desde hace ya unos 3 años, primero acompañándolo en su gira solista y a su vez con Auerbach como productor de sus tres discos, incluyendo este último. Verónica, el track que abre la placa, es un imperdible que muestra lo mejor de la escuela Black Keys.

Veronica by Hacienda on Grooveshark

Una de las “buenas prácticas del rock”, es cuando los músicos jóvenes y con carrera ascendente le devuelven la mano a sus mentores, trayéndolos de vuelta al presente para mostrárselos a las nuevas generaciones. Haciendo gala de este ejercicio, Dan Auerbach estuvo detrás de las perillas y la guitarra en Locked Down, el retorno del veterano Dr. John. Con un disco que toma matices del blues y el funk, Locked Down nos entrega una excelente colección de canciones, muy bien recibidas por la crítica y con un trabajo vocal al que Auerbach sin duda le debe créditos.




Pero Dan Auerbach no fue el único de Los Black Keys que tuvo agenda activa en la producción y expansión del sonido Keys en la oferta musical de 2012. El baterista Patrick Carney fue el encargado de la producción del nuevo álbum de The Sheepdogs. Luego de unos años en la independencia, y saltando a la fama gracias a un bullado concurso de la Rolling Stone para ser la primera banda independiente en aparecer en su portada de Agosto de 2011, los canadienses debutan en una multinacional (Atlantic) con su producción homónima, y el sello es básicamente el mismo: rock con influencia del blues y la neo-psicodelia, sonidos amigables, pero esta vez con mucho más protagonismo de la guitarra que en los casos anteriores, donde los pianos y teclados tenían harto que decir.


Feeling Good by The Sheepdogs on Grooveshark

En síntesis, un año redondo para los sonidos del blues rock, para la colonización musical de The Black Keys, y para el maestro Jack White. Muchos eventos relevantes pudieron haber ocurrido en 2012, pero ésta es sólo una de las tantas historias que se pueden contar sobre el devenir del rock este año.

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Ranking de Rankings 2012


El ejercicio de recopilar lo mejor del año es algo que sólo a los más melómanos concierne e interesa, quienes esperan y revisan las selecciones de sus revistas y webs preferidas para contrastarlas con las propias, y también así aprovechar de revisar y conocer nueva música en aquellos elegidos que sean desconocidos. En todo el mundo se realizan este tipo de rankings anuales, que destacan a aquellos trabajos que resultaron como los mejores productos artísticos, dentro del contexto de la música actual y también considerando su aporte en el general de la música.

A nivel internacional, a alguien se le ocurrió la brillante idea de recopilar los rankings de las revistas más prestigiosas y darles puntaje a los discos de acuerdo al lugar que ocupen en estos. De ese modo, se establece una ponderación y finalmente se establece quien llega al primer lugar no por el número de veces que fue nombrado, sino que también por el lugar que le dieron en tales nominaciones. Este ranking lo publica la web AlbumOfTheYear.org y considera dentro de su recopilación a revistas y webs especializadas escritas en ingles como AllMusic, American Songwriter, BBC, Consequence Of Sound, FILTER, MOJO,  NME, Obscure Sound, Paste, Pitchfork, Rolling Stone, SPIN, Spinner, The Guardian, The Wire, Uncut y Under The Radar.


El resultado se muestra en el gráfico de arriba, donde se proclama como ganador a Frank Ocean y su disco Channel Orange, cuyo estilo no es precisamente el rock, sino más bien el hiphop confesional. Dentro de aquellos cercanos a nuestra linea editorial, rescatamos la presencia de Tame Impala, Grimes, Japandroids, Fiona Apple, Jack White, Swans y Grizzly Bear.

Por otra parte, y para no quedarnos en lo que se habla en el primer mundo (?), hicimos nuestra propia recopilación de medios en español, que utilizaran para sus recopilaciones el formato de ranking, es decir, la lista ordenada y numerada, usando la misma ponderación de los amigos de Album of the Year. Los medios que tomamos para esta recopilación "latina" tiene a 4 representantes chilenos: Rockaxis, NacionRock, Super45 y CanchaGeneral. Participan también, para completar la lista de 10 medios: Indiehearts y Rocktails de Argentina; MeHaceRuido de México; Binaural, Efe Eme y Moosic de España.


En este listado, vuelve a aparecer en el podio el nombre de Frank Ocean, en el tercer lugar, sobrepasado por Beach House en el segundo y Tame Impala en el primero, quienes aparecen en casi todos los rankings en lugares destacados, a excepción (y en algo que puede parecer sorpresivo) de Rockaxis, quienes ni siquiera los nombran en su lista de los 12 mejores. Respecto al ranking "ingles" de arriba, aparecen nuevos nombres como los de Mark Lanegan y Deftones.

En síntesis, es importante destacar aquellos nombres que se dan una y otra vez, aquellos que al repetirse sus títulos nos dicen que son discos que vale la pena escuchar y conocer dadas sus menciones en la mayoría de los medios tanto chilenos como internacionales y tanto escritos en español como en inglés. Es al fin y al cabo, quizás el resultado de este tipo de ejercicios, en el que cada uno puede tener sus preferidos y estos pueden ser compartidos, pero si estamos hablando de lo mismo, son aquellas diferencias que encontremos las que nos irán uniendo y nos harán compartir nuestras vivencias, desde un ejercicio tan simple como elegir a los mejores del año.

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Los discos que pintaron el espíritu del 2012



Como bien mencionamos en nuestra editorial, la lista que les presentaremos intenta mostrar los discos que pintaron -sin descaro- el espíritu del dos mil doce.

Si algo se puede decir con certeza del año recién pasado, es que fue como una paleta de colores con una gama de tonalidades muy amplia para elegir, y bien resplandecientes cada una. Fue un gran año, emocionante, dinámico y difícil para tod@s los que nos gusta sacar cuentas al final, y que veíamos que nuestras lista de reproducción se llenaban de canciones enormes, cosa que como amantes de la música agradecemos.

Sin más preámbulos, sin orden ni afán canónico, sin arrogancia ni la falsa promesa impositiva de estar mostrando "lo mejor" del  2012 que ya se esfumó, los dejamos con nuestros discos destacados y recomendados. Disfrútenlos como nosotros:

Blues Funeral [Mark Lanegan Band]

Felipe Godoy. Columnista +R: Es un derroche de creatividad, una clase magistral de cómo hacer un disco diverso pero sin salirse en ningún momento del libreto del “funeral”, lúgubre en todo segundo. Tuvieron que pasar 8 años para que Lanegan volviera a hacer el disco del año, para que reuniera en un mismo disco (¡y en una misma canción!) sonidos del stoner, de una electrónica fúnebre y bailable a la vez, del góspel y de un rock que sólo habíamos escuchado antes en Bubblegum.

Patricio Avendaño. Director Nación Rock: Se esperaba que fuera interesante el regreso como solista de este gran ícono del rock, que si bien tuvo su cuna en los 90's con su frondosa cabellera en el período junto a Screaming Trees, a lo largo de los años se ha convertido en un gran músico y compositor, múltiple colaborador que ha aderezado discos que muchos amamos como los de QOTSA, entre otros. En este disco vuelve a deslumbrar con uno de sus grandes dotes como lo es su voz y en el plano musical experimenta en direcciones hasta impensadas, escuchándole cosas new wave, pop, acid rock y demases. Una joya de disco.


Lonerism [Tame Impala]

Michael Marín. Columnista Nostalgic.cl: Esta banda australiana en un corto tiempo ha logrado consolidarse como uno de los mejores nuevos exponentes del rock psicodélico, y no creo estar exagerando. Prueba de ello -y después de su exitoso primer trabajo- es el disco Lonerism, que está dentro de las grandes producciones del año. Un disco lleno de matices como también de potencia, lentitud, agresividad y sonidos básicos, todo mezclado con un entorno vocal máximo, que lo llevan a lo más alto de la expresión musical.

Patricio Avendaño: Tame Impala simplemente me desplomó con este disco. Lleno de colores, burbujeante, efervescente. Una banda que demuestra cuán grande puede ser moviéndose en sus terrenos favoritos como el pop ácido y psicodélico si se lo propone, con respecto a su excelente debut Innerspeaker toma distancia, lo cual es mayor mérito. Quizá no sea lo mejor en estricto rigor del 2012 a planos generales, pero claramente es un disco clave en lo que puede opacar la premisa generalizada de que "el rock está muerto". Bandas como ésta claramente te hacen ver que el futuro del rock (un término que cada vez se está haciendo más ambiguo, puede converger con el pop perfectamente a favor de un resultado musical innovador o revolucionario si se quiere).


Rhythm And Repose [Glen Hansard]

Felipe Godoy: A punta de una voz extraordinaria y composiciones que conocen muy bien el manual del clímax emotivo y la canción cebolla, se gana un lugar entre los fundamentales del año. Desde la vereda del folk rock, “el colorado” no se anda con ese sonido medio insípido y etéreo en el que caen con frecuencia los autores de folk e indie en la actualidad, y apuesta una y otra vez a melodías que realmente dejan un nudo en la garganta. ‘Bird Of Sorrow’ y ‘Maybe Not Tonight’ son sólo una muestra de eso. Una excelente colección de canciones que sólo baja un poco su nivel hacia la segunda mitad del disco.

César Tudela. Editor +R: Emotivo hasta decir basta. Las composiciones de este músico/actor irlandés son de una factura exquisita, que muestra esa fusión connatural de una voz armoniosa y los arpegios de guitarra, marca registrada desde que golpeó fuerte a la industria con el hermoso soundtrack de la película Once. A pesar de estar acompañado de banda soporte, el espíritu unplugged se siente durante las 11 canciones del disco, donde tampoco tiene miedo a incorporar más elementos sonoros y otros ritmos, como en ‘Talking With The Wolves’. Un disco que no debería pasar desapercibido.


Koi No Yokan [Deftones]

Miguel Ángel Pérez. Director +R: Aún no encuentro palabras para describirlo, sólo recuerdo los comentarios previos donde, al igual que Soundgarden, decían el cliché que sería un disco más rockero y pesado. La diferencia con los de Seattle es que estos cumplieron y logran un disco igual o mejor que el anterior, Diamond Eyes. Insuperables. Chino Moreno en cada disco pareciera que inventa tonos.

César Tudela: Los discos de los de Sacramento son como una buena botella de vino: hay que esperar que envejezcan para apreciar su mejor color, textura y sabor. Ya ha pasado antes: White Pony responde con una vigencia envidiable al escucharlo 10 años después. Este disco, en su esencia, puede que cueste y que suene a "más de lo mismo", pero al escucharlo más detenidamente, es innegable que su propuesta es actual, que su sonido es maduro y que la banda no tiene prejuicios para ir incluyendo elementos de las músicas actuales dentro de su brutal estilo. Probablemente, cuando envejezca, este álbum dará más que hablar.


The 2nd Law [Muse]

Felipe Godoy: Nunca entendí muy bien esa afirmación de la prensa de que Muse se había convertido, más o menos desde el lanzamiento de Black Holes And Revelations, en 2006, en la gran banda de estadios del momento. Hasta ahora. The 2nd Law, lleno de pop y propuesta a la vez, sino fuera por un par de canciones que rellenan en la segunda mitad del disco, estaría entre los grandes del año. ‘Panic Station’ y ‘Madness’ son irresistibles a la oreja.

Miguel Ángel Pérez: Se la creen, y este "revival" de los grandes Queen no les queda grande, conscientes de lo que pueden hacer, lo magnifican sin sonar pretenciosos. Y Bellamy canta magistralmente en momentos.


Shields [Grizzly Bear]

Verónica Bastidas. Colaboradora +R: Tremendo disco, mezcla de jazz, rock, avant-gard, art-rock y todas esas cosas, pero aun así con algo de pop que lo hace amable y "escuchable". Además, los arreglos musicales y orquestación le dan una finura difícil de encontrar estos días. Lindo, lindo disco. Si hay una banda actual que no aleje de la parafernalia y volador de luces de The Black Keys, esa debería ser Grizzly Bear con este disco.

Karina Guadalupe. Colaboradora +R: Como cuarto álbum de la banda, vienen a coronar todo el trabajo realizado, sobre todo después de Veckatimest (2009). Lo variado y complejo de lo instrumental da comienzo al viaje de este disco. Partiendo así, eran dos tesis muy contrastantes: el disco era muy malo y tiraron el temón al comienzo, o teníamos a uno de los mejores del año. Yo opto por la segunda. Ojalá podamos verlos en vivo, ganas tienen de venir, pero ya sabemos que Lollapalooza no se animó a traerlos.


King Animal [Soundgarden]

Francisco Meneses. Colaborador +R: Después de 15 años las expectativas eran altas, y Soundgarden no defraudó. Con esas guitarras marca de fabrica de la banda y la voz de Cornell más madura, pero no menos potente, nos dicen que están acá para quedarse. Sus raíces están intactas, pero su sonido tiene algo nuevo que encanta.

Marcelo Oliva. Colaborador +R: Los de Seattle le sacaron brillo a baquetas, cuerdas metálicas y vocales, y se mandaron un discazo que debe ser de los mejores regresos. La propuesta no va por la nostalgia, sino por actualizar un sonido pulcro y refinado en el rock americano. Una gran vuelta de unos que cuando se juntan, la rompen.


Paulina Castillo. Colaboradora +R: Sin duda, es mi número #1. Vuelve a los orígenes, con todo el misticismo que sólo su virtuosismo puede entregar. En lo personal, me cautivo desde el diseño, hasta el tiempo de los temas. Como diría alguien: "todo calza".

Marcelo Oliva: Los padres (y ya abuelos) del prog canadiense no dan cuenta de su edad. Logran llevar su música a una suerte de madurez atemporal con el álbum lanzado a mediados de año. Riffs potentes y afilados, de la marca registrada Rush-Raskulinecz, crean un ambiente sonoro sólido, que sabe moverse entre los power chords y arpegios más calmados para deleitar la oreja progresiva. Peart, como siempre, luce lo mejor de sus beats vigorosos y líricas épicas. Un gran álbum.


Head Down [Rival Sons]

Felipe Godoy: Puede no ser el disco más original del año ni el que redefina los destinos del rock, pero lo cierto es que a este disco le sobra alma y sangre. Lo mejor de la abundante cosecha 2012 del blues rock.

César Tudela: Entre tanta experimentación, psicodelia y low-fi, desde California llega este disco que es rocanrol al hueso. Ondero, dinámico y sin mayores pretensiones que brindar buenas canciones para cabecear, cantar, y representar de muy buena manera, a mi juicio, a una generación que está creciendo con el blues rock y el garage. Futuro prometedor para Rival Sons, destinados a ser “la nueva vedette del rocanrol”, como dijo un amigo por ahí.


Heaven [The Walkmen]

Michael Marín: Es simplemente un disco muy bien hecho, con eso digo todo. Canciones bien pulidas en su producción, con sonidos y ritmos más apegados al rock, con a ratos con pasajes de folk, hacen que su trabajo sea parte de esta selección. La voz de Hamilton Leithauser es de una solidez con pocos precedentes. Así lo dejó claro en sus dos presentaciones con The Walkmen en Chile en noviembre pasado.

Juan Acevedo: La revelación hipster del año. Rock sin pretensiones pero fiel exponente del college rock. Se consolidan con este disco.


Blunderbuss [Jack White]

Marcelo Oliva: Qué más decir de este tipo, y de este álbum. Un músico que en su inquietud musical no sólo cambia seis cuerdas por dos baquetas a su antojo, sino que se pone a armar proyectos paralelos como quien se cambia calzoncillos. Si alguien ha resignificado los conceptos de "músico inquieto" y "sonido con marca registrada", es este oriundo de Detroit. Con este disco da por fin rienda suelta a su creatividad, que nunca se desentiende de las rutas del folk y blues enraizado en la música popular americana. Un disco que tiene mucho más que decir con cada nueva oída. De lo bueno del agónico 2012.


Allelujah! Don't Bend! Ascend! [Godspeed You! Black Emperor]

Verónica Bastidas: Me gusta la densidad de la propuesta, hay que escuchar los discos anteriores para entender mejor. Es un disco con 4 canciones: dos de 20 minutos y dos de 6 minutos. Atmosférico y obviamente experimental, difícil de oír; hay que entrar en otra dimensión musical de vez en cuando. Si quiere un día de oscuridad, acompáñelo con este disco. Esta banda debería ser la banda oficial de +R, porque es un colectivo artístico anti establishment o contracultural, están en contra de la política internacional de América el Norte. También están en contra de cómo se comercializa la música actualmente; no hacen giras de promoción para vender su producto, no hacen conciertos multitudinarios llamando a protestar contra el régimen, pero recibiendo millones de dólares a cambio, como varios otros.

Yellow & Green [Baroness]

Felipe Godoy: Que una banda con camino forjado en el rock progresivo más duro, haga convivir en un mismo disco un ganchero stoner como 'Take My Bones Away', con un tema con un groove casi bailable como 'Little Things', más un desfile de otras más difíciles de clasificar como 'MTNS' y 'Cocainium' (de las mejores del disco), da razones de sobra para escuchar sin interrupciones los 75 minutos de esta obra doble con que Baroness pilló de sorpresa a todo el mundo. Su nefasto accidente lo echó todo a perder, y tendremos que esperar un rato para terminar de darnos cuenta de que Baroness son los que vienen a tomar el cetro de ese estilo aún en definición que se bate entre el hard rock progresivo y el rock alternativo que privilegia siempre el riesgo.

Celebration Rock [Japandroids]

Michael Marín: Japandroids me sorprendió mucho con su segundo disco, pues la tarea era titánica para Celebration Rock, debía superar al gigante Post-Nothing. Pero más que entrar en esas siempre opinables comparaciones, quiero destacar que este nuevo disco tiene canciones que solo se pueden calificar como potencia al máximo, una fuerza que, sin perder nunca las melodías clásicas del rock, hace a cualquiera cerrar los ojos y empezar a mover la cabeza.


Tempest [Bob Dylan]

Patricio Avendaño: Mi viejo y querido Bob Dylan (al cual le había perdido la fe últimamente) realmente me sorprendió con un disco enorme, donde hace gala de todo su talento como compositor, canciones épicas, que apelan a la nostalgia y donde para más remate aparecen sendos guiños y referencias a The Beatles, la época sesentera, fábulas y sitios e historias recreadas con su magnífica lírica. Musicalmente moviéndose por los senderos del jazz, blues, folk, etc. Es un disco muy variopinto además. No le escuchaba algo tan interesante desde el Modern Times. El maestro está de vuelta.


Banga [Patti Smith]

Karina Guadalupe: Banga nos muestra a una Patti súper adulta. Bueno, los años han pasado y toda su magia rockera, sus baladitas, sus protestas se están acercando a algo más folk, a algo mucho más piola. Me cuesta ser crítica con Patti, es un disco que esperaba mucho, y si bien hay partes que creo que sobran, como ‘Seneca’ o el cover a Neil Young de ‘After The Gold Rush’. Pero es la madre, y a la madre siempre se le perdona todo. O como dice Neil en esa misma canción: "look at Mother Nature on the run in the 21st century".


Noctourniquet [The Mars Volta]

Miguel Ángel Pérez: Un disco que al principio me pareció algo suave, pero que con el paso del tiempo, de las canciones, va creciendo y mostrando que el formato un poco más cercano a la 'canción tradicional' les sienta bien (ya habían tenido su primera aproximación en Octahedron) y logran armar un disco muy sólido.






Valtari [Sigur Rós]

Francisco Meneses: Lo mejor del post rock, si es que cabe en ese encasillamiento. Atmósferas, melancolía y una búsqueda sonora que solo los islandeses nos pueden entregar.

Juan Acevedo: Música inclasificable y sensorial, acorde a sus discos anteriores.



Blak & Blu [Gary Clark Jr.]

César Tudela: Qué debut es el que se mandó Gary. Este oriundo de Texas se pasea sin temor por estilos que a veces no pareciesen estar hermanados, como el R&B y el hard rock, el soul y el garage. Matices para nada azarosos, y que fluyeron de forma natural en un inquieto músico joven que no tiene miedo de mostrar sus influencias, como la herencia de Jimi Hendrix en las guitarras y la actitud sensual y prepotente de Jay-Z en las voces. La fórmula que Kravitz lleva años tratando de encontrar pero que este otro afroamericano logró encontrar de manera casi perfecta.



Así podríamos seguir un buen rato recomendado los álbumes que le pusieron ritmo al 2012. La oferta de discos regalones de cada uno de los que ayudaron a armar esta lista (a los que desde ya agradecemos mucho) siempre iba acompañada de algún bonus track u otro mensaje trayendo a colación a algún artista que se había escapado. A modo de tratar de no dejar a ninguno de esos discos afuera, acá las portadas de esos otros álbumes que también nos acompañaron fielmente.