La multinacional Ticketmaster ha sido “multada” en Estados Unidos y obligada a devolver todos aquellos famosos “cargos por servicio” que cobran en sus entradas, correspondiente a un 10% de recargo (acá en Chile), independiente del costo de las mismas. Todo esto se originó luego que un grupo de consumidores presentara una “class action settlement” (demanda colectiva) en el año 2003, cuyos frutos salen a la luz recién 8 años después.
De acuerdo a lo que publica la web de Pitchfork, esto fue así:
“ ¿Tú conoces todos los locos recargos que Ticketmaster ha estado cobrándonos cada año? Bueno, vas a recibir un poco de todo eso de vuelta. Muy poco, eso es.
Según informes de Business Insider (a través de Billboard), debido a un acuerdo de demanda colectiva que fue presentada originalmente en 2003,Ticketmaster se ve obligada a pagar a sus clientes por los cuestionables "cargos por servicio" que ha cobrado por más de una década. Si usaste el servicio para comprar entradas entre el 21 de octubre de 1999 y el 19 de octubre de 2011, tienes derecho a un reembolso de U$ 1.50 por cada entrada con un máximo de 17 entradas por cliente. Y si usaste la entrega de tickets con el sistema UPS (a domicilio), recibirás un reembolso adicional de U$ 5.00 por entrada. Mucho dinero, mucho dinero. Si los clientes demandan en total menos de U$ 11,25 millones, Ticketmaster donará el resto a obras de caridad.”(traduccion propia)
El mismo portal señala que si bien se producirá el reembolso a los compradores, esto no cambiará la política de venta de entradas de la empresa, quienes continuaran con sus abusivos recargos. El negocio mundial de las productoras hace mucho rato supero a las disqueras en ganancias, siendo la organización de eventos una actividad bastante lucrativa
“Un simple dato extraído de la edición de Febrero de 2010 de la Rolling Stone chilena señala que la banda que más dinero recaudo en 2009 con sus giras fue U2, con US$ 311.637.730 en 44 shows, mientras que en el décimo lugar se encuentra Metallica con US$ 76.613.910 en 66 shows. U2 y su discurso social se caen a pedazos ganando millones, cuadriplicando las ganancias de Metallica en un tercio de shows menos.
Mientras, por otro lado, Live Nation se vio obligada a fusionarse, por nada menos que 2.500 millones de dólares con Ticketmaster debido a la crisis. “Estamos convirtiendo dos monopolios en un supermonopolio” acusaban los opositores entre los que se cuentan Wilco y Bruce Springsteen.”
El recargo por servicio se sostiene en un vacío legal donde nadie regula a este tipo de espectáculos, por lo que empresas como Ticketmaster (y todas las demás, Feriaticket, TicketPro, PuntoTicket) se benefician cobrando un 10% de recargo a entradas que valen $20.000 pesos y el mismo 10% a entradas para lunáticos de $500.000 o más. Es decir, por el mismo servicio, cobran desde $2.000 a $50.000 pesos (25 veces más), siendo que este servicio se reduce a la persona que te vende la entrada y la impresión de la misma, aunque es muy probable que la mayoría solo vaya a parar al mismo bolsillo.
Un cobro sin duda abusivo que con esta noticia al menos sienta un precedente para el resto de los países, como el nuestro, donde las productoras están de fiesta hace rato a costa de nuestros bolsillos y con espectáculos de dudosa calidad y paupérrima organización. Una noticia que sin duda es difícil que aparezca en las principales paginas de música chilenas (todos sabemos cuales), todas compradas por las productoras mediante acreditaciones y regalos de entradas que luego hacen como que regalan en concursos, pero alegrara a aquellas que aun se mantiene independientes y en constante lucha contra los abusos en los conciertos, como los amigos de Chilean Skies.
En nuestro país cada año crece la oferta de conciertos y festivales, y siguen subiendo los precios, no así la calidad de los espectáculos y menos la mínima logística como abastecer de líquidos al publico de un festival. El SERNAC solo actúa después que las cosas ocurren y no es una real protección al consumidor. Pero como vemos, hasta los gringos se organizaron contra los abusos, y si tanto nos gusta imitarnos y enorgullecernos porque acá le ponen el nombre de un famoso festival gringo a uno nuestro, porque no también imitamos eso? Solo basta organizarse, y exigir lo justo como consumidores.
No olvidar recalcar, que en +Rock nos pagamos nuestras propias entradas, de nuestros propios bolsillos, porque ya habrán notado y disfrutado la falta de patrocinadores. Es puro amor por el ROCK! el maldito Rock!