Entre 1978 y comienzos de los años ochenta, todos los caminos conducen al rock. Pero no al mismo rock. Ni a la misma morfología. Es tiempo de fragmentaciones.
1979. Margaret Thatchet llega al poder en el Reino Unido, entre tanto, Ronald Reegan prepara su campaña en EE.UU. que lo llevará a la presidencia en 1981. Ambos propagarán el conservadurismo como ideología dominante. Mientras, en gran parte de Sudamérica las dictaduras cívico-militares teñían de horror la historia de sus pueblos, y con ello, el freno y la censura cultural dejarán huellas indelebles en la región.
En la música en general, la dictadura estableció un vinculo de tensión y hostigamiento. Sobre algunos géneros más que con otros (…) Ser rockero era sinónimo de subversión. Hay una idea de persecución más allá del militante político. Por el sólo hecho de ser joven se es objeto de sospecha y debe ser vigilado. (Pujol, 2005)
El escenario económico tampoco era alentador. La segunda gran crisis energética hacía temblar a las grandes economías capitalistas tras el incremento del precio del petróleo. Esta situación creada por la crisis fue la causa más directa de la complejidad con la que se movió el mundo discográfico: alza de costos, falta de recursos, mínima producción. Todos estaban a la espera de tiempos mejores. Decenas de artistas nuevos se tropezaron con un muro infranqueable, ya que las multinacionales –polarizadas en esos días por dos grandes grupos de comunicación que se repartían más de la mitad de las ventas: CBC (Columbia, Epic, A&M) y WEA (Warner, Elektra/Asylum, Atlantic) – sólo apostaban a los grandes (Sierra i Fabra, 2003).
Pero el rock supo sobrevivir a esas adversidades y hacer de esos tropiezos, una oportunidad. Un ejemplo del mantenimiento a la crisis la tenemos en la música hecha en pequeños lugares alternativos. Las bases fijadas por el punk, tanto en EE.UU. como en Inglaterra, no desaparecieron con el fin de su auge (1977), aunque ya no hubiera grupos volcados en él. Por otro lado, la new wave fue lo que aglutinó la mayor cantidad de opciones independientes a partir, justamente, de 1979; mientras el sonido “hegemónico” en tiempos de crisis volvía a poner bajo los focos una música comercial –el disco– que se correspondía con el perfil del nuevo mundo: frente a los malos tiempos, alegría (fenómeno que con el tiempo mereció la atención de algunos sociólogos).
Si una década antes nacían alternativas derivadas de la búsqueda y el conocimiento, ahora surgen pequeños bloques conectados entre sí, de alguna forma, como parte de un desarrollo (in)formal. Sumados a los ya mencionados fenómenos de la new wave y el disco, van apareciendo incipientes escenas independientes como el postpunk, el revival mod y el synth pop; sonidos más pesados como el heavy metal y el hardcore; la irrupción de músicas más cálidas como el ska/bluebeat, el reggae rock, y el suburbano hip-hop. Todo esto produjo una amalgama de grupos, de subestilos y de material discográfico. Muchos de ellos fugaces, no así menos importante para el devenir histórico de la música popular.
Con todo este contexto, acá en +R elaboramos una lista de discos de ese último año de los poderosos 70, que, según nuestra mirada crítica, explican y “presentan” de manera muy ejemplificadora el sonido particular que tuvo la década de los ochenta. 20 álbumes –sin ningún afán de rankearlos- que pintaron, un año antes y sin descaro, el espíritu de su tiempo. Una guía poética y musical. Sin aditivos ni colorantes:
1. [GI] (The Germs)
2. Van Halen II (Van Halen)
3. Overkill (Motörhead)
4. XII (Fatback Band)
5. Bad Girls (Donna Summer)
6. Discovery (Electric Light Orchestra)
7. Three Imaginary Boys (The Cure)
8. Unknown Pleasures (Joy Division)
9. The B-52's (The B-52's)
10. Off The Wall (Michael Jackson)
11. Fear Of Music (Talking Head)
12. Highway To Hell (AC/DC)
13. The Pleasure Principle (Gary Numan)
14. Entertainment! - (Gang Of Four)
15. Prince (Prince)
16. Reggata De Blanc (The Police)
17. The Specials (The Specials)
18. Setting Sons (The Jam)
19. Metal Box (Public Image Ltd.)
20. London Calling (The Clash)
¿Y por qué estos discos? En este LINK, las respectivas reseñas argumentando -a grandes rasgos- su importancia en la historia de la música popular.
Aclaración: (i) El orden propuesto es de acuerdo a sus fechas de lanzamiento. (ii) De ninguna forma, esta lista intenta mostrar los “mejores” álbumes de 1979. Con lo que, intencionalmente, se dejaron fuera discos tan alabados como The Wall (Pink Floyd), Lodger (David Bowie), Rust Never Sleep (Neil Young & Crazy Horse) o La Grasa De Las Capitales (Serú Girán), ya que consideramos que éstos, más que abrir una puerta hacía “nuevas” músicas, cierran etapas o tratan de mantener vigente estilos pasados, siempre dispuestos para la nostalgia. (iii) Dejar en claro que hay una decena de otros discos (salidos en 1978 y en 1980, por ejemplo) que sirvieron de antesala para los estilos que se desarrollaron en la década a graficar.
2. Van Halen II (Van Halen)
3. Overkill (Motörhead)
4. XII (Fatback Band)
5. Bad Girls (Donna Summer)
6. Discovery (Electric Light Orchestra)
7. Three Imaginary Boys (The Cure)
8. Unknown Pleasures (Joy Division)
9. The B-52's (The B-52's)
10. Off The Wall (Michael Jackson)
11. Fear Of Music (Talking Head)
12. Highway To Hell (AC/DC)
13. The Pleasure Principle (Gary Numan)
14. Entertainment! - (Gang Of Four)
15. Prince (Prince)
16. Reggata De Blanc (The Police)
17. The Specials (The Specials)
18. Setting Sons (The Jam)
19. Metal Box (Public Image Ltd.)
20. London Calling (The Clash)
¿Y por qué estos discos? En este LINK, las respectivas reseñas argumentando -a grandes rasgos- su importancia en la historia de la música popular.
Aclaración: (i) El orden propuesto es de acuerdo a sus fechas de lanzamiento. (ii) De ninguna forma, esta lista intenta mostrar los “mejores” álbumes de 1979. Con lo que, intencionalmente, se dejaron fuera discos tan alabados como The Wall (Pink Floyd), Lodger (David Bowie), Rust Never Sleep (Neil Young & Crazy Horse) o La Grasa De Las Capitales (Serú Girán), ya que consideramos que éstos, más que abrir una puerta hacía “nuevas” músicas, cierran etapas o tratan de mantener vigente estilos pasados, siempre dispuestos para la nostalgia. (iii) Dejar en claro que hay una decena de otros discos (salidos en 1978 y en 1980, por ejemplo) que sirvieron de antesala para los estilos que se desarrollaron en la década a graficar.
Referencias bibliográficas:
(introducción y reseñas)
(introducción y reseñas)
Dimitry, Robert (2005). 1001 discos que hay que escuchar antes de morir (8ª edición). Barcelona. Grijalbo. 2010
Pujol, Sergio. Rock y dictadura. Crónica de una generación (1976-1983). Buenos Aires. Emecé Editores. 2005
Reynolds, Simon. Después del rock. Psicodelia, postpunk, electrónica y otras revoluciones inconclusas. Buenos Aires. Caja Negra. 2010
Sierra i Fabra, Jordi. La era rock (1953-2003). Madrid. Editorial Espasa. 2003
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