Con la venida de Blur el próximo 7 de noviembre a la Pista Atlética del Estadio Nacional, se termina de cerrar el ciclo de bandas británicas surgidas en los 90 que visitaron nuestro país (antes ya habíamos podido ver a Oasis, Radiohead, Primal Scream y Pulp); siendo Blur, la banda que en cierta moda fundó el britpop con grandes discos. Y lo desconoció con otros aún mejores.
De esta manera, se pone fin a la espera que los fans de la banda tienen desde que en 1999 se suspendiera su show en Santiago debido a la detención de Pinochet en Londres; tomando en cuenta las consideraciones hechas por la embajada británica en el país ante un “supuesto” clima hostil.
Pero, ¿cuál era el clima hostil del que tanto se temía en Inglaterra? Para responder esta pregunta, basta con hacer un vistazo a los diarios internacionales que reportaban esta noticia en aquella época. En este sentido, la prensa internacional hablaba de manifestantes que tiraban piedras, huevos y limones contra los domicilios de los representantes diplomáticos de España y Gran Bretaña, además de quemar las banderas de ambas naciones europeas (Fuente: El Mundo), o de un recrudecimiento de las tensiones de la sociedad chilena frente al veredicto que pueda entregar la Cámara de los Lores (Fuente: Página 12).
Gritos como "¡Viva Chile y Pinochet!" o “¡Ingleses, piratas, devuélvannos al tata!” eran frecuentes entre los manifestantes adherentes al dictador, que eran disueltos por carabineros a través de agua y gases lacrimógenos (Fuente: Crítica). Frente a este escenario, el gobierno británico aconsejó a todos sus representantes evitar las visitas a Chile, para prevenir represalias, situación que produjo la cancelación no sólo del concierto de Blur, sino que también de Iron Maiden y Jamiroquai (Fuente: El País).
Antithatcheristas y desconfiados de la nueva sociedad inglesa
Lo interesante es que Blur, sin proponérselo, se convirtió en un férreo enemigo de todo el desarrollo neoliberal que los "Pinochet boys" veneran ciegamente. La banda desde sus inicios se caracterizó por describir ácida e irónicamente a una sociedad que comenzaba a librarse del conservadurismo thatcheriano (la versión femenina de nuestro "pinochetismo") y se proponía disfrutar de toda la prosperidad económica con la que contaba.
En este sentido, la trilogía Modern Life Is Rubbish (1993), Parklife (1994) y The Great Escape (1995), es el retrato del mundo moderno europeo y que por defecto puede tener miles de similitudes con la actualidad de un país como el nuestro. En las letras de estos discos pueden identificarse dos maneras que tiene Damon Albarn para relatar la vida de un típico inglés. Por un lado, se encuentran el relato de la vida cotidiana a la que se enfrenta un individuo en el día a día. Canciones como 'For Tomorrow', 'End Of The Century', 'Sunday Sunday', 'Advert' o 'Parklife' son fiel muestra de la idea de que la vida moderna es vacía la mayor parte del tiempo, en donde las obligaciones y la rutina hacen que las horas se vayan sin dejar nada significativo; todo se vuelve monótono y poco motivante.
Jim stops and get out of the car, goes to a house in Emperor's Gate,
Through the door and to his room and then he puts the TV on.
Turns it off and makes some tea, says modern life is rubbish
I'm holding on for tomorrow.
'For Tomorrow' (Modern Life Is Rubbish, 1993)
It's six o'clock on the dot and I'm half way home
I feel foul mouthed as I stand and wait for the underground
And a nervous disposition doesn't agree with this
I need something to remind me that there's something else
'Advert' (Modern Life Is Rubbish, 1993)
Otro aspecto interesante en el imaginario londinense de Albarn son todos los personajes arribistas que viven de las apariencias (representados en canciones como 'Tracy Jacks', 'Colin Zeal', 'Country House' o 'Top Man'). En general, son personajes decadentes, con aires de superioridad, que pretenden representar un estilo de vida aristocrático pero al mismo tiempo urbano.
En este sentido, el típico gentleman inglés parodiado en 'Charmless Man' es el paradigma de todas estas figuras: buenos modales, elegante, con supuesta influencia, entrada a lugares top y seguro de sí mismo, son unas de las cualidades relatadas en la canción, que a su vez se mezclan con la crítica a la falsedad que se respiraba en esos años.
He thinks he`s educated airs
Those family shares Will protect him
That you`ll respect him
And yet he tries so hard to please
He`s just so keen
For you to listen
But no-one`s listening
And when you put it all together
There`s the model of a charmless man
'Charmless Man' (The Great Escape, 1995)
Ahora bien, como todos saben, Blur pierde la batalla inventada por la NME contra Oasis (para más detalles, ver el documental Live Forever: The Rise And Fall Of Brit Pop, 2003), y finalmente son olvidados por los medios masivos. Esta situación es lo mejor que pudo pasarle a la banda, que al sufrir el ostracismo de la industria, se volvieron hacia sí mismos, explorando nuevos sonidos (con gran influencia de Graham Coxon en las guitarras de Pavement) y terminaron creando dos discos agresivos y viscerales como Blur (1997) y 13 (1999); mostrando, en cierto modo, qué vendría en la próxima década.
Las letras en estos discos son muchos más introspectivas y relacionadas con las crisis personales que atravesaban los integrantes del grupo. Por estos motivos, las temáticas preferidas son los quiebres amorosos, las drogas y los excesos de la fama. Estrofas dolientes que se combinan magistralmente con los riffs rabiosos de Coxon inmortalizados en 'Song 2' y 'Beetlebum' (que trata la relación que tenían con la heroína); pero también en acordes melancólicos para cuando Albarn sangra su separación con Justine Frischmann (ex-Elastica) en 'No Distance Left To Run' o '1992'.
And when she lets me slip away
She turns me on
All my violence is gone
Nothing is wrong
I just slip away and I am gone
'Beetlebum' (Blur, 1997)
Sin embargo, a pesar de lo conseguido en estos discos, para 1999 Blur ya se encontraba desencantado y sin fuerzas para seguir. Bajo este contexto, la banda suspende el show que iba a presentar en Chile el 25 de noviembre de ese año en el Estadio Monumental, debido a la detención de Pinochet en Londres. Frente a esta situación, Blur se mostraba indiferente al significado político de la cancelación, para ellos sólo era un show menos dentro de una extensa y tediosa gira por Latinoamérica... el fin de la banda era cuestión de tiempo.
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